30.9.07

HOY EN LA PRENSA: salud insta a la mancomunidad a controlar el agua este fin de semana

La jornada de ayer fue de retorno a la normalidad en los diez municipios del Condado en los que se prohibió ingerir agua del grifo el jueves después de que se detectaran altos niveles de trihalometanos.
Los ayuntamientos de La Palma, Villalba, Villarrasa, Escacena, Paterna, Manzanilla, Niebla, Bonares, Lucena y Chucena recibieron en la noche del viernes una resolución de la Delegación de Salud levantando la prohibición en el consumo de agua al haber vuelto los parámetros de trihalometanos valores normales. Pero los 37.684 vecinos de estas poblaciones no conocieron la vuelta a la normalidad hasta ayer por la mañana cuando los alcaldes utilizaron diversos métodos para difundir la resolución de Salud. La mayor parte de ellos mediante la megafonía de los vehículos de la Policía Local.
El alcalde de Paterna, por ejemplo, optó por reproducir la resolución de Salud y colgar carteles por diversas partes del pueblo.
No obstante, Salud "insta a la Mancomunidad de Aguas del Condado a que continúe realizando controles y muestreos del agua durante todo el fin de semana para ratificar los resultados".
La población acogía ayer la resolución de la Delegación de Salud con satisfacción pero con muchos temores. Más de un ciudadano se preguntaba "¿cómo es que se ha solucionado tan pronto, cuando parece que desde hace un mes el agua estaba en mal estado?" y ponían en duda si, de momento, iban a beber agua del grifo.
Las quejas de los vecinos se dirigen, sobre todo, a la Mancomunidad de Aguas del Condado que, "cobrando el agua bien cara, no ha sido capaz de poner ni un camión de agua para que la gente pudiera beber", se quejaba ayer un vecino de Chucena del Campo al valorar la situación que había vivido en los últimos días. Este vecino, propietario de uno de los bares del municipio, se quejaba de que la gente tuvo que abastecerse en las tiendas del pueblos, donde se llegaron a agotar las reservas que había de agua embotellada.
Algo similar ocurría en Paterna, donde la gente comentaba en la calle que el agua se podía beber pero "durante unos días vamos a seguir con el agua de la botella", comentó una vecina.

Huelva Informaión.