La retrospectiva de las últimas décadas avala el salto que los onubenses han dado en calidad de vida: En los años cincuenta, la esperanza de vida media en la provincia rondaba los 62 años. Según los datos que acaba de publicar el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA), los onubenses viven actualmente una media de 78,92 años, pocas décimas por encima del promedio andaluz.
En poco más de medio siglo se han ganado 18 años de vida en una arrítmica evolución de la longevidad, que registró su avance más importante entre la década de los cincuenta y los setenta, en la llamada "Huelva del desarrollo". Un segundo punto de inflexión se detectó entre 1985 y 1995, atribuible a la moderna configuración de la Sanidad pública.
La actualización de las cifras que acaba de presentar el IEA data de 2004 y revela que, sólo en las dos últimas décadas, los onubenses han ganado 3,6 años de vida. En sintonía con la tendencia general, la población femenina es más longeva que la masculina. El informe Huelva Datos Básicos 2007 sitúa la esperanza de vida media de las onubenses en 82,20 años, 6´5 enteros por encima del indicador masculino.
Las nuevas estadísticas enmiendan la posición desfavorable que venía ocupando Huelva en el contexto andaluz. La provincia onubense es ahora la tercera que tiene mayor esperanza de vida en la comunidad autónoma, donde la media es de 78,77 años (82,16 en el caso de las mujeres y 75,39 en el de los hombres). Córdoba encabeza este ranking de longevidad con un promedio de 79,62 años, seguida de Jaén (79,3); Huelva (78,92); Granada (78,8); Sevilla (82,22); Almería (78,66); Málaga (78,63) y Cádiz (77,93).
Todas estas cifras se remiten a la esperanza de vida al nacer, si bien el Sistema de Información Demofráfica de Andalucía recoge igualmente el número de años que puede esperar vivir una persona de 65 años. En este indicador las onubenses de dicha edad tienen una esperanza de vida de 20,03 años más, casi tres más que hace 20 años. En el caso de los varones, estas expectativas se recortan en cuatro años.
Algunas estadísticas anteriormente publicadas han estratificado estos datos por comarcas, concluyendo que los habitantes de la Sierra onubense son los que más años viven de toda la provincia.
Completando este análisis demográfico ha salido a la luz pública esta semana la explotación del Padrón Municipal del Instituto Nacional de Estadística, que revela que de toda la población onubense, el tramo de edad que concentra actualmente mayor número de habitantes es el que abarca de los 27 a los 29 años, de acuerdo asimismo con la tendencia que se registra en toda Andalucía.
En cuanto a la distribución poblacional por sexos, la provincia onubense tiene empadronados 492.174 habitantes, de los que el 58,2% son mujeres y el 41,8% son hombres. La capital concentra el 34,5% de la población provincial con un total de 145.763 habitantes (el Ayuntamiento de Huelva está haciendo gestiones para reclamar al Instituto Nacional de Estadística los 150.000 habitantes). De este censo, 70.688 son hombres y 75.075 son mujeres.
Según la Estadística de Variaciones Residenciales del IEA, en la provincia viven 6.394 mujeres y 7.011 hombres de nacionalidad extranjera. La mayoría de estas mujeres inmigrantes provienen de países europeos no comunitarios y los varones son mayoritariamente de África.
En poco más de medio siglo se han ganado 18 años de vida en una arrítmica evolución de la longevidad, que registró su avance más importante entre la década de los cincuenta y los setenta, en la llamada "Huelva del desarrollo". Un segundo punto de inflexión se detectó entre 1985 y 1995, atribuible a la moderna configuración de la Sanidad pública.
La actualización de las cifras que acaba de presentar el IEA data de 2004 y revela que, sólo en las dos últimas décadas, los onubenses han ganado 3,6 años de vida. En sintonía con la tendencia general, la población femenina es más longeva que la masculina. El informe Huelva Datos Básicos 2007 sitúa la esperanza de vida media de las onubenses en 82,20 años, 6´5 enteros por encima del indicador masculino.
Las nuevas estadísticas enmiendan la posición desfavorable que venía ocupando Huelva en el contexto andaluz. La provincia onubense es ahora la tercera que tiene mayor esperanza de vida en la comunidad autónoma, donde la media es de 78,77 años (82,16 en el caso de las mujeres y 75,39 en el de los hombres). Córdoba encabeza este ranking de longevidad con un promedio de 79,62 años, seguida de Jaén (79,3); Huelva (78,92); Granada (78,8); Sevilla (82,22); Almería (78,66); Málaga (78,63) y Cádiz (77,93).
Todas estas cifras se remiten a la esperanza de vida al nacer, si bien el Sistema de Información Demofráfica de Andalucía recoge igualmente el número de años que puede esperar vivir una persona de 65 años. En este indicador las onubenses de dicha edad tienen una esperanza de vida de 20,03 años más, casi tres más que hace 20 años. En el caso de los varones, estas expectativas se recortan en cuatro años.
Algunas estadísticas anteriormente publicadas han estratificado estos datos por comarcas, concluyendo que los habitantes de la Sierra onubense son los que más años viven de toda la provincia.
Completando este análisis demográfico ha salido a la luz pública esta semana la explotación del Padrón Municipal del Instituto Nacional de Estadística, que revela que de toda la población onubense, el tramo de edad que concentra actualmente mayor número de habitantes es el que abarca de los 27 a los 29 años, de acuerdo asimismo con la tendencia que se registra en toda Andalucía.
En cuanto a la distribución poblacional por sexos, la provincia onubense tiene empadronados 492.174 habitantes, de los que el 58,2% son mujeres y el 41,8% son hombres. La capital concentra el 34,5% de la población provincial con un total de 145.763 habitantes (el Ayuntamiento de Huelva está haciendo gestiones para reclamar al Instituto Nacional de Estadística los 150.000 habitantes). De este censo, 70.688 son hombres y 75.075 son mujeres.
Según la Estadística de Variaciones Residenciales del IEA, en la provincia viven 6.394 mujeres y 7.011 hombres de nacionalidad extranjera. La mayoría de estas mujeres inmigrantes provienen de países europeos no comunitarios y los varones son mayoritariamente de África.