La agricultura en el Condado ‘envejece’ a pasos agigantados mientras la savia nueva reniega de ella y busca otros yacimientos de empleo más rentables y “menos sacrificados”. Esta es, en síntesis, la radiografía de uno de los males que aquejan al futuro de la agricultura en la zona condal y para la cual aún no se han diagnosticados soluciones que difieran del de lograr aumentar los beneficios.
Todos los agricultores encuestados coinciden en señalar que este negocio atraviesa una de sus crisis más severas por la falta de rentabilidad de los cultivos alumbrados en la tierra y el hecho de que el valor añadido “siempre vaya a parar a las manos de los intermediarios, mientras que el productor a penas recibe una ínfima parte de lo que abona el consumidor final”.
Con este panorama, los agricultores de pro que todavía sustentan los campos, persisten en su empeño porque han dedicado toda una vida a este negocio y porque es extremadamente difícil que sus capacidades y conocimientos profesionales puedan aplicarlos a otros sectores empresariales. Además, en esta pertinaz persistencia por mantenerse en el negocio coexiste una parte romántica que les hace seguir ligados a la ‘tierra’, porque, si la lectura se extrapola ciñéndonos estrictamente a términos económicos, la situación no tiene sostén. (Extraído de la edición digital de Huelva Información)
Todos los agricultores encuestados coinciden en señalar que este negocio atraviesa una de sus crisis más severas por la falta de rentabilidad de los cultivos alumbrados en la tierra y el hecho de que el valor añadido “siempre vaya a parar a las manos de los intermediarios, mientras que el productor a penas recibe una ínfima parte de lo que abona el consumidor final”.
Con este panorama, los agricultores de pro que todavía sustentan los campos, persisten en su empeño porque han dedicado toda una vida a este negocio y porque es extremadamente difícil que sus capacidades y conocimientos profesionales puedan aplicarlos a otros sectores empresariales. Además, en esta pertinaz persistencia por mantenerse en el negocio coexiste una parte romántica que les hace seguir ligados a la ‘tierra’, porque, si la lectura se extrapola ciñéndonos estrictamente a términos económicos, la situación no tiene sostén. (Extraído de la edición digital de Huelva Información)