10.8.13

"EL NOMBRE DE LA ROSA" LLENARÁ EL CASTILLO

Sin duda, ha sido uno de los estrenos de la temporada. El nombre de la Rosa llega al patio de los Guzmanes, en Niebla, con el éxito de crítica y público, y eso que el reto no era fácil.   El proyecto se comenzó a gestar hace años:  ”Nosotros pedimos los derechos  hace ocho años, pero no tuvimos respuesta, ni positiva ni negativa. Hace tres años lo volvimos a solicitar y nos dieron la aprobación”, cuenta Garbi Losada, directora de la obra. Sin embargo. el desarrollo de la producción de la obra coincidió con el apogeo de la crisis económica y con la subida del IVA por lo que “nosotros sólo no podíamos asumir el coste”, cuenta la directora, por lo que optaron por la coproducción. De este modo,  cuatro productoras de distintas comunidades,  Ados teatroaTres tristes tigres S.C., La nave producciones y Al revés producciones se unieron e hicieron posible el proyecto.  Una fórmula que, según  Losada, “puede funcionar para abordar espectáculos más grandes desde lo privado, que no sea institucional”.
Nunca antes se había hecho una versión teatral de la obra de Umberto Eco, ello pese a que la novela se convirtió en un best seller y la película, que posteriormente se realizó, fue éxito de taquilla.  Tan sólo “se había hecho una vez en Rumania con el Centro de Arte Dramático, pero como algo puntual y con actores mayores, pero una adaptación que girara por diferentes teatros, no se había hecho nunca”.  Por ello, se antojaba un proyecto ilusionaste ya que “la novela es  un referente, pero esto también resulta ser un hándicap porque la gente tiene el imaginario muy presente:  cómo son los monjes, el aroma de la abadía…  Nuestra intención era intentar no romper con ese imaginario para que el espectador se siguiera identificando con la historia y creo que lo hemos conseguido”, incide Losada, que se muestra entusiasmada con el resultado.  Esta adaptación mantiene las principales líneas de la novela, pero llevado al terreno del teatro, un trabajo que para ha sido especialmente difícil, puesto que “la obra está muy bien estructurada”, lo complicado para ellos. como cuenta la directora, fue “reducir 700 páginas a una obra con una duración convencional”.
La primera novela de Umberto Eco cautivó a millones de lectores de todo el mundo por su fusión de relato detectivesco, aventuras medievales, conspiraciones y conflictos. Pero durante la historia se va desgranando interesantes debates sobre las preocupaciones del ser humano.  ”Nos interesaba mucho todo el debate sobre la pobreza y el poder, porque en cierto modo tiene visos contemporáneos”,  a lo que añade que otro de los puntos interesantes de la novela y que se reflejan en la versión teatral como es la tolerancia frente a la desigualdad o la luz de la razón frente al dogmatismo, ello unido a las reflexiones sobre el papel de la Iglesia, muy de actualidad en estos momentos.   Además, da la casualidad que la producción del montaje coincidió con la elección del nuevo Papa.