EL BOTELLÓN
El fenómeno conocido popularmente en la sociedad española como "botellón" se está extendiendo progresivamente. El botellón está afectando a toda la sociedad, principalmente a los jóvenes. La mayoría de los jóvenes están a favor de él, mientras que la mayoría de la sociedad está en contra, surgen aquí las cuestiones de por qué surge esta fenómeno, cuáles son sus consecuencias y sus posibles soluciones.El botellón consiste en comprar bebidas (la inmensa mayoría alcohólicas) en establecimientos públicos (donde más baratas se encuentran), y reunir en un espacio público abierto a gran multitud de jóvenes para consumir estas bebidas acompañados de estridente música.Podemos deducir múltiples causas que provocan el botellón. La inmensa mayoría de los jóvenes, a la hora de divertirse, no encuentran otro modo de hacerlo que consumiendo alcohol y tomando estado de embriaguez. Los jóvenes para ello siempre han frecuentado discotecas, "pubs"…, pero debido al alto precio que estos establecimientos imponen a las bebidas, los jóvenes han tomado la alternativa del botellón, ya que les sale más barato a priori en cuestión de dinero. La pésima y paupérrima educación que multitud de padres están inculcando a sus hijos provoca que éstos se unan a formar parte de este fenómeno sin restricción alguna (hablamos de niños/as de alrededor de 13 años).Hay múltiples consecuencias, todas negativas, a la hora de evaluar este fenómeno. Estas son algunas de ellas: los altercados provocados en estados de embriaguez, el botellón se asocia con el consumo de drogas, el lamentable estado en el que quedan los sitios donde se hacen botellones (botellas y vasos tirados por todos sitios,…),…etc. En definitiva, el botellón está influyendo negativamente sobre los jóvenes, incitándoles al alcohol y al consumo de drogas, debemos hacer hincapié en la idea de que en la juventud de hoy se asentarán los pilares de la futura sociedad.Se pueden plantear diversas medidas para abolir o frenar al menos el fenómeno del botellón. Los padres de los niños menores de 18 años deberían inculcar a sus hijos una educación sólida, exenta totalmente de relación con fenómenos como el del botellón. También deben de hacer algo al respecto la ley, los establecimientos donde se ofertan bebidas alcohólicas, y los establecimientos donde se consumen dichas bebidas (discotecas, "pubs"…), estos establecimientos deberían modificar sus precios en función a la necesidad de suprimir el botellón, entonces este fenómeno podría abolirse o al menos reducirse. Ahí es donde la ley debería tener un papel determinante, en regular dichos precios, y también en tomar medidas sobre las infracciones ilegales que se cometen en los botellones (menores consumiendo alcohol, "coches discoteca" con la música más alta que la permitida, degradación del mobiliario urbano,…).Dudo que este problema pueda ser solucionado, pero creo que con el esfuerzo de las autoridades públicas, y de la "madura" sociedad, se podría regular una ley verosímil para jóvenes y no jóvenes con respecto a este fenómeno.