31.8.11
EN LA PRENSA.... huelva información
Con la 'Violación de Lucrecia' se clausura el XXXII Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla
Hasta tres veces tuvo que salir la actriz tras la actuación para satisfacer a un público que, extasiado, no dejaba de aplaudir. Nuria Espert, que protagonizó la obra La violación de Lucrecia en la última noche del festival Teatro y Danza Castillo de Niebla, cumplió de lleno las expectativas y llenó el escenario de intrigas, miedos, angustias y desesperación. Con ella, Niebla despide a su querido Festival, que volverá el año que viene, en verano, como baluarte de cultura y leyenda encerrados en un castillo, que acoge como fortaleza esta prueba de tradición.
Cual esquizofrenia le venía a Nuria durante la obra, lo mismo era narradora, que enamorada, señor o violador. Recorría el escenario sin rumbo, de allí para acá, sin saber qué hacer, víctima del desconcierto propio del poema shakesperiano. Los ojos de Nuria, fuera de sí, su cuerpo se retorcía como si no comprendiera bien por qué fuera así. De repente cambiaba y era Tarquinio, oscuro, insaciable, impulsivo...corre hacia la cama y llora...se transforma en la pobre y bella Lucrecia.
Lloraba, gemía, discutía con sigo misma, gritaba de ansia y poder, de querer hacer, de deshonor, al suelo, implora al cielo que la ayude, vuelve en sí y es Nuria de nuevo, pero la locura se apodera de nuevo de ella, y la encierra, la posee, se hace dueña de ella y la transporta al vicio, a la sin razón, a las tinieblas, al gozo y a la traición, a encarnar en su persona a seis personajes, pero no le importa, lo hace, lo afronta y parece que se vuelve loca subida en el escenario, y cuando ya parece que no es ella misma, surge su voz, grave y altiva, y narra con paciencia, tranquila, serena, con pena. Lucrecia se tumba en la cama, la luz se apaga y ella duerme, es el fin de la locura, que da paso al sueño. Todo queda en silencio, miras al cielo y ves las estrellas que adornan a Niebla, no sabes dónde estás. Allí, aquí, en su locura...¿he podido pertenecer en algún momento de esos 90 minutos a ese trastorno tan placentero y exquisito?
Las luces se encienden y ella, la gran dama del teatro se encuentra en medio del escenario, y humilde se inclina hacia su público y hace una reverencia. Lanza un beso, un adiós con la mano y la gente se dirige a la salida del majestuoso castillo. Acabó.
Esta edición del Festival de Niebla ha estado protagonizado por dos espectáculos de danza y seis de teatro, y el telón lo abrió el 9 de julio Rafael Alvarez El Brujo con la obra Las Mujeres de Shakespeare.
El dramaturgo inglés ha sido el autor que copa más representaciones, ya que también se representó, a cielo abierto en el interior del Castillo de Niebla, Macbeth, a cargo de la compañía Ur Teatro.
Junto a las obras de este escritor clásico inglés, llegaron otras de autores como Lope de Vega.